No lo tenía pensado, realmente a donde quería ir es a Dakla, pero surgió la oportunidad, me venía mejor de fechas y allí que fui. Este es el resumen de mi viaje a Isla de Sal, en Cabo Verde.
Nuestro destino es famoso en el mundo del kitesurf por la variedad de sus posibilidades, la ola de Ponta Preta o la multitudinaria playa de Kite beach.
Vivir en Canarias a la hora de desplazarse es una ventaja porque contamos con un vuelo directo de Binter, martes y viernes, tanto para la ida como para la vuelta. Salimos un viernes para volver al viernes siguiente. Si el vuelo de ida del viernes no se retrasa inclusive ese día puede ir a hace kite.
PRECIO
Sobre el precio, según cuándo lo compres, ida y vuelta sobre 300 euros. Si llevas el material con los 23 kg que te incluye la tarifa promoción debería bastarte. Pero si quieres estar seguro, con la tarifa básica tienes incluidos dos bultos de 23 kg cada uno más el equipaje de mano, claro. Durante el transcurso del vuelo te ponen un refrigerio que está incluido con el billete, detalle que se agradece 🙂
A TENER EN CUENTA
Debes tener el pasaporte en regla y un visado. Gran Canaria cuenta con el Consulado de Cabo Verde (928 24 53 32) y el coste es de 45 euros. También lo puedes hacer en el aeropuerto de llegada por 25 euros tras hacer dos largas colas. Una vez obtengas el visado debes pasar el control de fronteras. Es un aeropuerto pequeñito así que ten paciencia porque suele haber mucha gente. Si lo gestionas con antelación esa misma tarde ya estás navegando.
EL VIAJE
En la expedición, organizada por Borja de Sirocokite, fuimos 8 personas. Gracias a las gestiones de «el jefe» (Borja, mi maestro jady de kitesurf), los transfers a la playa y alojamiento estaban cerrados desde aquí.
Nos vinieron a recoger al aeropuerto y cada día nos llevaban y traían desde la playa. Lo gestionó con la escuela de Mitu Monteiro. Nos alojamos en Porta Do Vento, un hotelito sin pretensiones, pero que cumple perfectamente con lo necesario. Situado en Santa María, el núcleo turístico, al lado de un super y a cinco minutos relajados de la playa de Santa María, todo un lujo. Teníamos desayuno y cena incluido. El almuerzo lo hacíamos en la playa, o en el bar-escuela y de todo de Mitu.
Allí se manejan con el escudo caboverdiano. Para que te hagas una idea 100 escudos equivalen, mas o menos, a un euro. También aceptan euros pero ya sabes… ;P . Los precios depende de la zona. Cuanto más cercano a la playa, mas caros, pero no son abusivos.
Si quieres estar conectado hay wifi en bares con cobertura normal. O pillas una tarjeta de 1GB por cinco euros y algo de llamadas.
Poco sé sobre los bares, pero un día probamos el plato del día con una cerveza en un bareto de las calles traseras y no llegó a tres euros y estaba muy bueno oye.
El clima, muy bien, aunque los dos últimos días hizo algo de frío, pero para sudadero y poco más. El resto del tiempo, muy bueno.
Traté poco con los salenses, pero lo poco que fue, buena gente, tranquila, sin agobios, no stress es el lema de la isla, y no te sentías inseguro en ningún instante.
Santa María son pocas calles desde la playa y su famoso puertillo, poco asfaltadas, edificios sin construir, no excesivo desarrollo. Desde mi punto de vista, sólo para coger sol y vaguear, en pareja por ejemplo, yo no iría :P. Si le añades algo de diversión deportiva, sea kite, submarinismo, no tuve oportunidad, pero hablan muy bien de ciertas inmersiones, o cosas parecidas, está muy bien.
KITESURF
Si no tienes nivel para olas, sólo puedes ir a dos playas, kitebeach o en la propia Santa María. Por las condiciones de viento la ideal es kitebeach, dado que en Santa María el viento es fuera de costa y eso no mola cuando estás aprendiendo o tu ceñida no es buena. Para olas, la famosa es Ponta Preta, aunque también puedes irte a Ponta Leme.
Yo sólo estuve en kitebeach, y teniendo en cuenta mi nivel, me pareció una playa muy buena para quien ya sabe algo, pero no para novato total:
- Playa sólo para kite, no hay turistas cogiendo sol.
- El viento es a costa y no hay demasiada ola, pero la hay.
- Puedes dejar las cosas tranquilamente. Dejábamos el material, como todo el mundo, y en la semana nadie habló de hurtos ni nada parecido.
- Los locales, que suelen estar dando clases, si pueden, te echan una mano si te ven en problemas. El resto de usuarios, hay de todo. Yo enganché líneas con un alemán, que se lo tomó bien, pero otros me gritaban por no tener claras las preferencias.
- El tráfico es intenso durante todo el día y de todo tipo, desde el pro al memo total. Creo que es importante ir con un seguro RC, por si acaso.
- Si hay viento puedes navegar todo el día, da igual mareas, aunque yo me sentía más cómodo con bajamar. El viento no fue demasiado intenso, menos los dos últimos días, y en líneas generales constante, así que cometas grandes.
Así que después de una semanita de lujo practicando esta locura del Kite regresé a casa firmando una experiencia que sin duda repetiría.
Texto: Juanjo Martín
JOTALANDER #004
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